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Se trata del cambio y transformación física de los diferentes tipos de edificaciones. Desde tiempos remotos se tomaron en cuenta el espacio, la textura y los inicios de la decoración. Su propósito busca siempre la comodidad en cada habitación y que todo lo que haya en el interior tenga funcionalidad.

La arquitectura de interiores, ha pasado por un constante desarrollo donde continuamente se crea soluciones, nuevas formas, nuevos materiales de construcción y constantes cambios en las ideas constructivas. Es el arte de diseñar y construir interiores, de casas, departamentos, oficinas, museos, comerciales, etc. Centrándose principalmente en espacios creados a partir de una construcción existente que luego es rediseñada al gusto y necesidad del usuario.

“Arquitectura” es crear, proyectar, plasmar una idea a la realidad, satisfaciendo las necesidades del usuario. Mientras que la “Arquitectura de interiores” es plasmar una idea, un diseño, buscando el esteticismo, de manera correcta, bella, y sobre todo funcional. (Hallo, 2013).

Para llevar a cabo su tarea, todo arquitecto de interiores debe contar con conocimientos de estructuras, técnicas de instalaciones, construcción de mobiliarios adecuados, materiales utilizados para el equipamiento. En síntesis, diseñar espacios confortables, seguros y útiles. El campo de la arquitectura de interiores tiene mucho en común con el diseño de interiores (o interiorismo), y con la decoración. En muchas ocasiones estas 3 disciplinas se confunden, dando a entender que son una misma, cuando no es así; pues cada una tiene una notable diferencia desde su concepto, hasta la forma de aplicarlo en la realidad: La arquitectura de interiores es el arte de crear, rediseñar formas o espacios complejos de forma jerárquica, a las expectativas de la realidad o necesidad del usuario.